Edurnes A. Olavarrieta S.
Habitantes de Yagua, en Guacara, relataron la odisea que les toca enfrentar a diario para poder abordar algún transporte público en las distintas rutas en la zona. La escasez de repuestos ha disminuido considerablemente el número de unidades que prestan este servicio.
Todos los días me toca esperar hasta una hora para poder trasladarme en un colectivo a cualquier destino al que necesite ir. Los pocos buses o camionetas que están trabajando pasan “una vez a la Cuaresma” y cuando pasan están abarrotados. Entonces me veo obligada a irme guindando de lo primero que consiga para sostenerme, sin ningún tipo de comodidad, señaló Daniela Díaz.
Freddy Contreras, conductor, indicó que esta situación obedece a la falta de repuestos y al costo que tienen si se consiguen. Explicó que al dañarse las unidades muchos profesionales del volante se ven obligados a paralizar su trabajo por no tener cómo adquirirlos.
Hago lo posible por mantener operativa mi unidad, pero hoy en día es sumamente difícil, me ha tocado comprar cauchos hasta en 120 mil bolívares y este es un trabajo que no da para eso. La mayoría de mis compañeros están paralizados por baterías las cuales son vendidas en la calle entre 80 mil y 90 mil bolívares, indicó Contreras.
Es una situación que afecta no solo a usuarios sino también a padres de familias como nosotros, que con estas unidades de transporte logramos llevar los alimentos a nuestros hogares, manifestó el trabajador.