Foto: (Referencial)

El sargento primero de la Guardia del Pueblo, Carlos Eduardo Milano Álvarez (25) recibió un tiro en mayo de 2015, resultado de un enfrentamiento con delincuentes frente a la Iglesia San Pedro de Los Chaguaramos.

Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana que prestan servicio en esa cuadra y se dedicaban a proteger a los familiares de un alto funcionario del Gobierno lo auxiliaron y lo llevaron al Hospital Militar, Dr. Carlos Arvelo, en San Martín, donde fue operado. La bala le había ingresado por el cuello y le bajó hasta el esófago.

Desde entonces estaba de reposo. Tenía una colostomía, se alimentaba por sonda y hace aproximadamente un mes lo ingresaron al centro asistencial para que ganara peso e irlo preparando para intervenirlo nuevamente.

El martes 21 de febrero a las 11:10 de la mañana murió. Su amigo Freddy Guzmán, quien lo visitaba en su lecho de enfermo, contó que Milano contrajo una bacteria que le provocó una infección generalizada y por eso falleció.

«Como es posible, se salvó de morir del tiro que le dieron y lo mata una bacteria en un hospital de primera línea. Tengo entendido que en ese centro asistencial no cuentan con los químicos necesarios para esterilizar el área». Dijo Guzmán.

El protocolo de autopsia indica que presentó “sepsia, después de un paro respiratorio, luego de recibir un tiro en el cuello”.

El ingeniero Guzmán no cree que se establezcan responsabilidades por la muerte de Milano, debido a la “impunidad y falta de transparencia” que existen en las instituciones del país.

 

 




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.