Historias de un espectáculo “insuperable”

Ser  locutor interno de un equipo de béisbol en Venezuela es convertirse en el director de orquesta del mayor espectáculo deportivo del país. La responsabilidad de canalizar las emociones en cada estadio radica en esas figuras representativas de los clubes. En el caso del Magallanes, José Manuel Rujano acumula 22 temporadas de anécdotas “insuperables”, su grito de identificación para los bucaneros.

Desde los 18 años Rujano acompaña con su voz a los fanáticos en el José Bernardo Pérez de Valencia para animar los encuentros de la Nave Turca. En la campaña 1994-1995 recibió el nombramiento, del para entonces vocal del conjunto Roberto Ferrari, como anunciador del equipo. Así inició un camino lleno de éxitos con la organización centenaria.

De padre marabino y aficionado irrevocable de  las Águilas del Zulia, José Manuel tuvo que superar el singular conflicto familiar de confesarse, desde temprana edad, seguidor del conjunto turco. “Mi papá no podía creer que yo fuese locutor oficial del Magallanes siendo él tan aguilucho, incluso le incomodó en algunos momentos”.

En aquellos primeros años de aprendizaje como animador también vivió algunas experiencias en la radio, donde realizó su primera entrevista al novato Freddy García, quien luego se convirtió en figura de los eléctricos y brilló en Grandes Ligas con los Marineros de Seattle. “Cuando conversé con él ninguno de los dos sabíamos qué decir, era algo nuevo para ambos”.

Con el compartir antes, durante y después de cada juego, Rujano estrechó una cercana amistad con peloteros emblemáticos como Richard Hidalgo, Melvin Mora y Endy Chávez. Cuando habla de este último su tono de voz cambia, para enaltecerlo como el gran capitán de la institución. “A Endy no le gusta que le digan ‘El Capi’ pero debo decir que es una de las mejores personas que conozco en el mundo del béisbol, por la calidad de ser humano que es dentro y fuera del terreno”.

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RENCILLAS DE UNA FINAL

En la temporada 2012-2013  el Magallanes se enfrentó al Cardenales de Lara en una final que será recordada por los hechos que le dieron un color especial. Durante los compromisos en el estadio “Antonio Herrera Gutiérrez” de Barquisimeto, el locutor oficial de los crepusculares, Gregorio Valles, llamó “Osito Winnie Pooh” a Pablo “El Panda” Sandoval y con Carlos “El Toro” Zambrano utilizó la frase “a la vaca se la llevaron por la cola”, como una forma jocosa de sacar de concentración a los beisbolistas. Esto no pasó desapercibido para Rujano, quien preparó una respuesta.

Con la serie en contra 2-3 y Cardenales a tan solo un triunfo del título, la acción regresó a Valencia para los dos últimos choques. El animador navegante armó un irreverente plan, asociado con el Disc Jockey, pese a la advertencia del presidente de la divisa, Giussepe Palmisano, por posibles multas. “A Robert Pérez, quien ya tenía más de 40 años, le colocamos la canción ‘Abuelito Dime Tú’; a Luis Jiménez, conocido con el apodo del ‘Rey de Bobare’ le pusimos ‘La Reina de la Noche’ de fondo y con el brasileño Paulo Orlando sonó una de Natucha” recordó entre risas.

Desde entonces Rujano no es muy querido por los aficionados larenses, quizás porque en ese sexto encuentro tan singular por el ambiente recreado, los turcos empataron el cruce y luego fueron capaces de llenarse de gloria en el séptimo y definitivo juego que marcó el undécimo campeonato magallanero.

En la convención anual de la siguiente temporada, con directivos, jefes de prensa y representantes de todos los equipos, el gerente general de la liga, Domingo Álvarez, pidió una foto entre “los tres grandes” de la locución interna del país: Atilano Hidalgo de Tiburones, Gregorio Valles y José Manuel Rujano, aunque hizo énfasis en una gráfica entre los dos últimos. Así sucedió y quedó zanjada la rencilla beisbolera de la campaña anterior, hasta el punto de que hoy en día son grandes amigos.

DISCIPLINA COMO CLAVE DEL ÉXITO

José Manuel se ha mantenido en el corazón de la fanaticada magallanera. a pesar de ausentarse durante algunos períodos debido a negocios personales. Su retorno definitivo parece estar muy cerca, ya que se encuentra en conversaciones para retomar de lleno las actividades en el “Coso de la Michelena” en la venidera zafra.

El éxito para él tiene una sola clave: la disciplina. “Si sabes que tienes un talento debes hacer lo posible por explotarlo al máximo con mucha dedicación”.

Frente al escenario extradeportivo que se presenta para la campaña que inicia el 10 de octubre tuvo un mensaje. Conoció a Leonardo González, asesinado durante las protestas en Naguanagua. “Quiero que haya béisbol porque forma parte de mi vida, pero también deseo que las cosas cambien, es la encrucijada a la que muchos nos enfrentamos. La historia de Leo no se puede olvidar” cerró el conductor acostumbrado a guiar las emociones de unas 15 mil personas.

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