Las ferias de comida suelen ser un lugar ideal para hablar de béisbol. Los fanáticos lo entienden cuando toca saciar antojos entre innings. También lo saben aquellos personajes dedicados a estudiar el juego desde sus distintas aristas. Tal vez por ello la conversación con Carlos Feo resultó ser una coincidencia beisbolera, aunque el escenario fue lejano a las rayas de cal.
La temporada 2017-2018 está en la palestra pública desde antes de lo acostumbrado. La situación país es la razón, con su crisis económica como eje central. Feo, quien a lo largo de 26 años ha hecho de su voz un sinónimo de béisbol venezolano con sus comentarios y narraciones, fue tan realista como tajante: Este año tampoco habrá buena asistencia a los estadios, pero la gente no dejará de vivir la pasión del pasatiempo nacional.
El tema de la disminución del aforo fue drástico la zafra pasada. El precio elevado de abonos o entradas por juego, además del consumo de alimentos y bebidas, ocuparon el tope en la lista de razones que no cambiarán para esta campaña. “Es un factor que escapa de lo deportivo, hay mucha gente que confiesa no poder comprar un abono y eso es durísimo. Querer pero no poder”.
Para “Carlitos”, en el terreno los motivos son otros. La ausencia de grandeligas de renombre en los últimos años se debe a una dinámica moderna del béisbol organizado, la cual consiste en cuidar el físico de sus peloteros debido a la gran cantidad de dinero invertido, más allá de los riesgos por la situación política.
El hecho de que figuras experimentadas como Ronny Cedeño, René Reyes y José Castillo tengan buenas actuaciones en la pelota rentada actual es una muestra de que se puede observar béisbol de calidad, aunque sus nombres no formen parte de ninguna organización de Major League Baseball.
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SILLAS VACÍAS = GRANDES AUDIENCIAS
La situación en los estadios da pie a un efecto dominó que tiene influencia en distintos sectores. Para los trabajadores de los parques, aquellos que dependen del consumo del fanático en cada juego, es una pérdida irremediable. Pero este panorama negativo trae consigo a un ganador: la televisión.
Al no haber asistentes en los escenarios se multiplica la audiencia desde el hogar. “El movimiento publicitario para esta temporada ha sido muy bueno. La mayor exposición del producto no creo que llegue para el que asista al estadio sino para el que lo ve a través de la televisión” afirmó el comunicador que forma parte del staff de Directv Sports, uno de los canales que transmite los juegos de la liga.
El factor económico resulta paradójico. Afecta el bolsillo de la fanaticada consecuente pero incrementa la ganancia de las televisoras por publicidad y, por tanto, también la de los equipos. Los anunciantes son conscientes de que, ante la imposibilidad del público de acercarse a los parques por los elevados precios, la televisación puede llegar a triplicarse.
MAGALLANES CENTENARIO
El “y allá va” de Carlos Feo acompaña a la legión magallanera desde hace 25 años con cada jonrón. Su experiencia como locutor del circuito oficial de la “Nave Turca” y antes de eso, su primera incursión con los Tiburones de La Guaira, lo hacen una de las voces con mayor credibilidad y conocimiento de la pelota nacional, enmarcada esta zafra en el centenario del conjunto bucanero.
Los 100 años marcan el objetivo primordial de esta campaña para la organización con mayor longevidad del deporte venezolano. El título adquiere una etiqueta que de no poder llamarse “obligatorio” queda en grado cercano. “Magallanes cuenta con una profundidad de jugadores tremenda” analizó. El regreso de Adonis García y la posible presencia de jugadores poco mediáticos pero rendidores, como José Flores, que fue el Setup del año en la temporada pasada, son demostraciones del “buen ambiente” y presagio positivo que hay en el equipo.
El fenómeno magallanero lo explica de una forma singular. Hace cuatro años Mario Lisson bateó tres jonrones en una serie de postemporada contra Caribes de Anzoátegui en Puerto la Cruz y el público respondió a la hazaña al solicitar la salida del dogout del slugger para reconocer su jornada con el madero. Eso es el béisbol en Venezuela, tiene seguidores en todos los rincones y despierta la pasión en situaciones improbables en cualquier otra latitud.
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